lunes, 16 de febrero de 2015

INTTRODUCCION A LA PRACTICA DE ENFERMERIA

El trabajo de la enfermera profesional como formadora no se desarrolla en un vacío atemporal sino que ocurre en unas instituciones denominadas centros de salud. Tampoco la enseñanza práctica de enfermeras es una fantasía o entelequia sino que más bien se da en un tiempo, una circunstancia social y cultural determinada, y se dirige a unas personas concretas. Todo este proceso social tiene lugar entre la institución universitaria y la sanitaria y se articula en el Curriculum de formación inicial que es el contexto donde se materializan y adquieren sentido y significado las prácticas de formación.





La formación de enfermeras es una práctica compleja y multifuncional que desempeña distintas funciones con relación al sistema social y sanitario. Dada la complejidad de la formación universitaria en general y de enfermeras en particular y de los procesos que en ella se generan carece de sentido tratar de dar cuenta de ellos desde una sola perspectiva o recurriendo a explicaciones causales unilaterales. Ciertamente ningún planteamiento de los dos que a continuación se ofrecen es lo suficientemente amplio y potente para explicar en toda su extensión y complejidad la realidad educativa. Sin embargo, ello no significa que debamos aceptar acríticamente cualquier propuesta. Existen intentos marcos conceptuales para fundamentar la formación práctica en enfermería más actuales que otros considerados como obsoletos.

Toda práctica social institucionalizada como es la enseñanza práctica de la enfermería parte de unas plataformas conceptuales, perspectivas ideológicas o estructuras de racionalidad sobre el cuidado y su enseñanza que la orientan y dan sentido. Esta diversidad conceptual puede articularse en dos perspectivas: la racionalidad técnica y la racionalidad práctica.

Es importante que reflexionemos sobre nuestra imagen de cómo es y que naturaleza tiene la práctica del cuidado porque de ella dependerá, en cierto modo, la conceptualización de la  función de la enfermera docente/tutora de prácticas y por extensión sus perfiles y requerimientos formativos.

En síntesis, la formación de enfermeras no es una entelequia que se desarrolla de modo inconexo con el desarrollo de la investigación y el conocimiento pedagógico. Su concepción, comprensión y materialización derivan de las perspectivas conceptuales y marcos teóricos sobre la formación  universitaria que son predominantes en un momento histórico concreto. Estos marcos contienen las definiciones de cuidado, salud, función profesional, curriculum, enseñanza,  investigación, etc., y, lógicamente, la de formación de  enfermeras, las cuales informan y determinan (a menudo en forma de contenido curricular) la formación de las futuras profesionales del cuidado.

El conocimiento de las diversas orientaciones conceptuales respecto a la formación práctica de la enfermera es un factor imprescindible como elemento de reflexión y análisis de la formación para aseguran una sólida fundamentación de la misma. Es necesario que se conozcan las diversas aproximaciones que informan y determinan las variadas realidades del campo de la formación en enfermería para comprender su naturaleza, posibilidades de acción y seleccionar la que se crea más adecuada.

 

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